Cuando ya creías saberlo todo, cuando creías que estabais preparados para el día del parto, de repente, te encuentras con un artículo que haba sobre la piel atópica de bebé y se disparan la alarmas. ¿Qué es? ¿Se puede prevenir? ¿Podemos hacer algo? ¿Qué tenemos que comprar? Es muy normal que quienes van a ser padres, especialmente aquellos que son primerizos, tengan miles de dudas y que antes de llegar el gran día intenten tener todo listo. La ropa del bebé, la canastilla, sus juguetes, los pañales…¡Menos mal que de muchos de estos productos podemos solicitar muestras gratis! Pero la realidad es que siempre hay algo que se queda en el tintero y siempre habrá cosas que se tengan que aprender.
Si has llegado hasta aquí lo más importante es que no te alarmes. En realidad, la piel atópica de bebé es bastante común. Podemos decir que, según cálculos estimados, aproximadamente 1 de cada 10 años la tienen y, como podrás imaginar, siguen adelante con sus vidas. Lo que en un principio nos puede parecer todo un drama porque pensamos en el bebé como un ser indefenso y desprotegido pronto pasa a ser algo más a lo que habituarse. Como parte de la preparación para ser padres, ponte cómodo y descubre lo más importante sobre la piel atópica de bebé.
Qué es la dermatitis atópica
Como en todo, lo mejor es empezar aclarando de qué estamos hablando cuando nos referimos a piel atópica de bebé. Se trata, ni más ni menos, que de una enfermedad inflamatoria de la piel, que no es contagiosa y que tiene carácter hereditario. Se asocia a una piel que se irrita con mucha facilidad y que es seca.
La piel atópica de bebé puede estar presente en cualquier parte del cuerpo y se suele manifestar con lesiones propias del picor intenso que causa. Lo más habitual es que nos demos cuenta por rojeces en la barbilla, muslos, brazos, mejillas o abdomen aunque, como decimos, ninguna parte del cuerpo queda excluida.
Con el paso del tiempo, dichas lesiones evolucionan y, en muchos casos, desaparecen con la edad. En los casos en los que esta enfermedad de la piel se mantiene de por vida, lo más común es que alterne con momentos en los que se aprecia una mejoría, momentos peores y brotes agudos, por ello es importante utilizar cremas adecuadas como las que encontrarás en muestras gratis de productos para bebé.
En torno al 70-80% de los bebés que han presentado esta afección, cuando se ha llevado a cabo un estudio, se ha podido ver que contaban con antecedentes familiares que compartían esta dermatitis atópica. Algo a tener en cuenta si fuera el caso para estar un poco más prevenidos.
Quién puede padecer de piel atópica
La dermatitis atópica puede afectar a ambos sexos y, aunque puede surgir a cualquier edad, es más común en bebés y en niños. La parte positiva es que, en la mayor parte de los casos de lactantes, los síntomas por esta enfermedad son bastante leves y remiten en poco tiempo.
Como dato interesante cabe apuntar que, en general, la piel atópica de bebé suele remitir con los años pero en las últimas décadas se ha experimentado un aumento de esta enfermedad en los países occidentalizados, especialmente en ciudades y zonas industrializadas, seguramente debido a una mayor exposición a los alérgenos.
Sea como fuere siempre podemos servirnos de remedios muy naturales, como seria el aceite de rosa mosqueta, que ayuda a calmar la piel y, por supuesto, de cremas específicas para piel atópica que tratan, perfectamente, la problemática de la dermatitis en el bebé. Destaca mucho la crema Bepanthol para el pañal ya que los niños y niñas con piel atópica la ceptan muy bien.
Cuál es la mejor crema para la piel atópica de bebé
Las cremas que se han desarrollado para combatir la piel atópica de bebé suelen ser más grasas de las habituales y cuentan con hidrocortisona. Si te fijas en su composición, de hecho, verás que este ingrediente no es menor del 1% y esto se debe a que actúa perfectamente contra la picazón. Al final, ese será e objetivo principal de dicho tratamiento.
En el mercado nos vamos a encontrar con muchas cremas similares. Tratándose, además, de una enfermedad, lo mejor que se puede hacer es apostar por lo seguro. Es como elegir los productos de limpieza personal para bebé de Mustela, de los que además se puede solicitar muestras gratis a domicilio. Se sabe, ya desde el inicio, que se trata de una apuesta segura.
La clave de todo esto, en cualquier caso, será en mantener la piel hidratada, pasar por la consulta de un médico para un correcto y seguro diagnóstico y seguir todas sus indicaciones.
La piel atópica puede ser muy molesta y fastidiosa por lo que es normal que uno tienda a quererse rascar. Si pensamos en que la mayoría de quienes padecen esta enfermedad son bebés, entenderemos lo complicado que puede llegar a ser el tener la situación bajo control en todo momento. Serán los padres los únicos que les podrán ayudar a encontrar un poco de calma en los brotes más agudos.
Como ocurre con casi todo, siempre que nos movamos dentro de las cremas que nos aportan confianza y seguridad, será una cuestión de ir probando. Con la reacción del propio bebé podremos ver cuál es la que mejor se puede adaptar a sus necesidades.
Por último, y aunque parezca una cosa muy obvia, lo que no hay que hacer nunca frente a la enfermedad que es la piel atópica de bebé es rascarse. Las tentaciones serán muchas y cuanto más pequeño sea el bebé, más difícil será de controlar. Dependiendo de la época del año, hay padres que optan por poner a sus hijos manoplas como una medida de seguridad extra.
Es normal que el bebé se lamente, que se cabree, que llore y hasta que, un poco se desespere. Todo su instinto le estará diciendo que si se rasca esa sensación tan desagradable que tiene pasará, pero lo único que ocurrirá es que será todavía peor.
Las cremas para piel atópica en casa no pueden faltar. Incluso esto se puede convertir en una espacia de ritual. Se le dan pequeños masajes, se le sonríe mientras se le aplica y él mismo entenderá que eso le ayuda con su malestar.
Por lo demás, queda poco extra que se pueda hacer. Quizás armarse de paciencia y tratar de distraerlo. A veces, basta con leerle un libro, ponerle una película que le llame la atención, un poco de música o dedicar un tiempo a jugar.
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