En el momento en el que el frío empieza a desaparecer y los termómetros nos empiezan a mostrar unas mejores temperaturas es normal que queramos lucir más bronceados. Es cuando, por fin, nos podremos quitar unas cuantas capas de encima y mostrar algo más de nosotros mismos. Claro está, después del otoño y del invierno lo más lógico es que nuestra piel luzca muy blanca y esto no es lo que estaremos buscando. Un buen bronceador puede ayudarnos, y mucho, a conseguir nuestro objetivo de lucir una piel estupenda y morena. Eso sí, también habrá que ayudarse de otros productos que bien podemos conseguir a través de las muestras gratis, como pueden ser las cremas hidratantes.
Y es que hay que partir de una base fundamental. La piel es el órgano más grande que poseemos y necesita también de sus cuidados. De nada servirá usar un aceite bronceador directamente en nuestra piel sin que esta haya sido, previamente, preparada. Puede ser que sí, que el tono de nuestra piel cambie y que nos parezca bien así pero estaremos haciendo algo muy perjudicial en el largo plazo.
Así que sí, tenemos obviamente que elegir un bronceador bueno, aunque eso suponga pagar un poco más, pero mejor optar por una marca que nos ofrezca resultados y calidad en el largo plazo. Pero no solo. Como veremos más adelante, será fundamental el tratar nuestra piel y prepararla. Y, por supuesto, cuidarla también después de haber tomado el sol. Así, no solo conseguiremos los mejores resultados sino que nuestra piel estará sana.
Mejores bronceadores
Si hablamos de bronceadores buenos algunos que, seguramente, tengan que estar en la lista son: St Moritz bronceador, el bronceador Babaria o el Hawaiian Tropic bronceador pero, claro, la lista es mucho más larga.
En lo que sí que nos tenemos que fijar es en dos cosas: en el tipo de piel que tengamos y en el fototipo. Por ejemplo, las personas que cuentan con un fototipo I son aquellas que tienen ojos claros y piel muy blanca. Estas personas, por sus características, suelen presentar dificultades a la hora de broncearse y, de hecho, son aquellas que, si no se protegen bien, solemos ver con la piel roja. A estas personas se les recomienda, de manera encarecida, que su protección solar sea alta. Y, por alta, entendemos de 50 o más.
En el extremo opuesto encontraríamos a aquellos que tienen el fototipo VI, con una piel mucho más resistente y que, además, se pigmenta con facilidad. Es decir, esas personas que toman un poco el sol y ya vemos como que cogen color casi desde el primer día. No es que se pongan rojas, sino que se empieza a apreciar el moreno en la piel.
También habría que tener en cuenta qué tipo de piel tenemos y si esto no lo tenemos claro, hay que consultar a un especialista. De hecho, hay veces que no lo sabemos y nuestra piel es sensible, por ejemplo, y necesita de unos cuidados concretos para no dañarla. Sería algo tan simple como optar a cremas solares o bronceadores que no tengan perfumes y que sean hipoalergénicos, pero sin saber esta información es un poco como ir a ciegas.
Lo mismo que ocurre con el maquillaje que tenemos que conocer un poco aquello que nos va bien y nos puede favorecer… Lo mismo pasa con las cremas, tenemos que tener en cuenta cómo es nuestra piel.
Las muestras gratis de maquillaje y bronceadores que tenemos a disposición son muchos y muy variados. El mejor dependerá de la personas y sus necesidades. Por ejemplo, hay bronceadores que tienen en cuenta aquellos que suelen presentar rojeces, manchas en la piel u otros problemas cutáneos, como pueden ser el mismo acné o una alergia al sol.
Bronceador casero para ponerte morena
Como hemos mencionado, la piel debe estar preparada para cuando nos expongamos al sol. Podemos conseguir, además, cremas a través de las muestras gratis a domicilio para estar seguros de que la piel mantendrá su salud.
Y sí, hemos hablado de algunas de las principales marcas en esto de elegir una crema bronceadora y, además, hemos explicado cómo elegir, para cada persona, el mejor bronceador posible pero hay una opción más. Estamos hablando de hacer un bronceador casero.
Tenemos diferentes opciones entre las que podemos elegir. Y estas son algunas de las más populares:
- Bronceador de zanahoria. Este ingrediente es conocido, de manera popular, por el caroteno que favorece la pigmentación de la piel así que no podía faltar como bronceador casero. Tan solo habrá que hacerse con cuatro o cinco zanahorias, cortarlas en trozos, pasarlas por la licuadora y añadir gotas de aceite de coco. Una vez que la masa sea homogénea, solo quedará aplicarla.
- Bronceador de aceite de coco. Esta opción es muy buena porque, al tiempo que conseguimos broncear nuestra piel, también la hidrataremos gracias a las propiedades del aceite de coco. Lo único que hay que hacer en este caso es derretir unas seis cucharadas de manteca de cacao al baño maría y añadir a esto otras seis cucharadas de aceite de coco y 8 gotas de lavanda. Removemos bien toda la mezcla y ya se puede usar.
- Bronceador con té negro. Sí, has leído bien, con té negro. ¡Quién lo iba a decir! Pero sí, este ingrediente también nos puede ayudar a broncearnos. Necesitamos medio litro de agua y 15 bolsitas de este té que sumergiremos en el agua caliente y dejaremos reposar. Una vez que el agua esté fría, solo nos queda rociar el resultado por el cuerpo de manera uniforme.
En el último de los trucos caseros lo hemos mencionado. La uniformidad en estas soluciones caseras será fundamental para que no tengamos después un bronceado a manchas. Además, no es lo único que tendremos que hacer para conseguir un bonito bronceado. Hay quienes optan por un maquillaje de día cuando van a tomar el sol. Es verdad que podemos estar acostumbradas a vernos siempre con maquillaje pero lo más recomendado es ir con la cara bien lavada e hidratada.
Podemos, incluso, optar por un bronceador facial ya que esta zona es la que siempre está más expuesta a todas las inclemencias y una de las que más sufren. Igual que tenemos una crema específica para la cara, porqué no un bronceador concreto.
Una vez que conozcamos nuestro tipo de piel, su fototipo y cómo protegerla de la mejor manera, no está de más el seguir unos cuantos trucos extra para conseguir una piel bronceada y bonita. Siempre hay que empezar por beber mucha agua. Esto es algo que nos recomiendan los médicos de base y que tendríamos que hacer siempre, pero si vamos a tomar el sol, vamos a deshidratar nuestro organismo mucho más, así que el agua será todavía más importante.
Días antes de empezar a tomar el sol, también se aconseja exfoliar la piel. No nos damos ni cuenta de la cantidad de piel muerta que se pueda acumular. Este es un ritual que bien se puede incluir en los cuidados base que tengamos siempre pero, cuando la idea es broncearse, todavía será más importante y nos ayudará, de hecho, a conseguir el resultado que estamos buscando. Si no lo más seguro es que tengamos algo de bronceado pero que, buena parte del mismo, se pierda porque esa piel tiene que eliminarse antes o después.
La dieta rica en frutas y verduras es básica y debería seguirse siempre, un poco como lo que hemos mencionado con el agua, pero a la hora de exponer nuestro cuerpo al sol, mucho más. Es un momento perfecto para mejorar determinados hábitos.
Y, por último, el aftersun. Hay quienes, erróneamente piensan que con el mismo evitamos broncearnos pero no es así. Es una excelente manera de proteger la piel y el bronceado que hayamos podido conseguir durante la jornada.