Tipos de categorias

Hay muchos elementos que no pueden faltar en la Navidad, desde los juguetes hasta las reuniones con familiares que hace mucho tiempo que no vemos, pasando por los regalos, el amigo invisible… Pero si hay algo que verdaderamente nos deja huella, y nos referimos a una huella física real, son los excesos navideños. Por ello, es muy recomendable recurrir a una dieta antiinflamatoria después de estos días. Aunque, antes de explicarte en qué consiste, qué es exactamente y de ponerte un ejemplo, te invitamos a que eches un vistazo a nuestra página de muestras gratis. 

No son pocas las tentaciones alimenticias que hemos tenido en estas fiestas. Empezando semanas atrás de la Navidad con las cenas con amigos y de empresa, pero también a todo lo que comemos en Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo. Sin olvidarnos, por supuesto, del picoteo que solemos tener con los dulces típicos que no suelen faltar en los rincones de las casas. Por ello, enero es época de volver a la rutina, pero también de tratar de volver a recuperar la forma tras los excesos.

¿Qué es una dieta antiinflamatoria? 

Podemos definir qué es una dieta antiinflamatoria diciendo que se trata de una dieta específica centrada en tratar de reducir los procesos inflamatorios producidos por una alimentación excesiva y poco adecuada, sobre todo cuando está centrada en las grasas y azúcares. Sustancias ambas asociadas a los excesos de Navidad.  

Debemos añadir, además, que detrás de estos procesos inflamatorios producidos por los excesos pueden encontrarse diferentes afecciones como la diabetes, la fibromialgia, la gingivitis o la artritis.

El origen de ello tiene lugar con la acumulación de grasa en el abdomen, con la liberación de citoquinas en la sangre, concretamente adipocitoquinas, porque provienen de las células grasas o adipocitos. La liberación continuada en el tiempo de esta sustancia es la causante final de la inflamación. 

¿Qué síntomas nos indican que es un buen momento para iniciar una dieta antiinflamatoria? 

Cuando nos damos un golpe y observamos una inflamación en la zona golpeada es evidente que necesitamos de un proceso para la recuperación, puesto que vemos la zona afectada. En el caso de la inflamación de la barriga, esto no es tan evidente, puesto que no observamos directamente y de forma clara el problema. Pero sí que existen una serie de pistas que nos indican que estamos ante este problema y que deberíamos acudir a un especialista para que nos recomiende las acciones que debemos llevar a cabo. 

En primer lugar, y seguramente la pista más fácil, debemos atender al diámetro de la cadera, puesto que si este aumenta de forma considerable en un periodo muy corto de tiempo, nos indica que es muy probable que estemos ante este problema. Otro punto importante a tener en cuenta es el envejecimiento que nos hace aparentar ser mucho mayores de la edad que realmente tenemos. Otro síntoma muy importante es la sensación constante de hinchazón que se alarga más allá de los momentos posteriores a las comidas o cenas copiosas. Otros síntomas más genéricos también pueden darnos pistas, como un cansancio continuo, cambios en el estado de ánimo o dolores dispersos.

Bases de la dieta antiinflamatoria

Por lo tanto, una dieta antiinflamatoria es aquella que, a través de una alimentación sana y equilibrada, nos ayuda a reducir los niveles de marcadores inflamatorios en nuestro cuerpo. 

El punto más importante es que debe incluir en buena medida alimentos cuya eficacia como antiinflamatorios esté probada, a través de nutrientes u otros componentes específicos. Es importante que incluya frutas y verduras, legumbres, una mayor cantidad de pescados, reduciendo la ingesta de carnes, además una excelente opción para incorporar en tu plan alimenticio es el uso de una freidora de aire para preparar comidas saludables, ya que se utiliza menos aceite y se reduce la cantidad de grasas saturadas.

Ejemplo de dieta antiinflamatoria

Te dejamos con un ejemplo de dieta antiinflamatoria de tres días, para que entiendas algunos de los alimentos que debes consumir en esta situación. 

Dieta antiinflamatoria día uno

Desayuno: Té verde con tortitas de avena y fruta. 

Comida: Ensalada de lechuga con cebolla, zanahoria y pimiento. 

Cena: Hamburguesa vegetal. 

Dieta antiinflamatoria día dos

Desayuno: Tostadas de aguacate con semillas de chía y tomate. 

Comida: Arroz a la cubana. 

Cena: Ensalada de espinacas y queso fresco. 

Dieta antiinflamatoria día tres

Desayuno: Pan de queso keto con lonchas de pavo fresco. 

Comida: Brócoli al ajillo. 

Cena: Revuelto de espárragos y jamón.

No olvides que la mejor dieta antiinflamatoria es aquella que te permite llevar una alimentación sana y equilibrada pero con alimentos que ayudan a reducir la hinchazón. Si tienes antojo de algo dulce, el flan de huevo es una excelente opción preparado de forma saludable. Puedes echar un vistazo en nuestras muestras gratuitas de alimentación para ayudarte, como estas muestras gratuitas de té matcha ecológico. 

Los zumos detox, un buen ayudante

Los zumos detox son perfectamente combinables con estas dietas, y no sólo eso, sino que también nos ayudan con su potente efecto antiinflamatorio. Esto se debe a que se suelen elaborar con verduras y frutas normalmente diuréticas son efectivos a la hora de depurarnos y combatir la retención de líquidos y la hinchazón. Un ejemplo de zumo detox sencillo y rápido consiste en mezclar con una batidora o cualquier otro instrumento, hasta conseguir un zumo líquido, medio limón con la piel, 1 taza de canónigos, 10 hojas de menta fresca y una cuarta parte de apio. 

Por lo tanto, cuando nos referimos a una dieta antiinflamatoria, esta va mucho más allá de centrarse en consumir alimentos que nos hagan reducir la sensación de hinchazón, aunque este será uno de los principales efectos que observaremos y que nos indicarán que estamos ante una dieta correcta. Esto se debe a que esta inflamación va más allá de la sensación de malestar, y que nos puede provocar serios problemas de salud. Para ello, te dejamos algunos consejos que puedes llevar a cabo para dejar atrás esta desagradable sensación que muchas veces lleva consigo problemas de salud más graves. Puedes echar también un vistazo a nuestras muestras gratuitas de alimentación para hacerte con alimentos que te ayuden con esta dieta. 

Días de frío y nieve, regalos, Reyes Magos y Papá Noel, juguetes y más juguetes, castañas asadas, volver a juntarse en familia después de tanto tiempo… Hay una serie de cosas que no pueden faltar en los días navideños. Pero, espera un momento, porque algo falta que es imprescindible para que una Navidad se pueda considerar como tal, y es el roscón de Reyes. 

Este delicioso dulce ameniza las mesas y sobremesas que disfrutamos con familia y amigos en los días de Navidad. Tanto es así, que cada año son millones de roscones los que se venden en nuestro país año tras año. Y es que, ¿de verdad hay alguien a quien no le guste? También está ya asociada la tradición de introducir en su interior un regalo, algo que suele llenar de emoción, junto a la particular broma de que aquel al que le toca debe pagarlo. 

Para que lo sepas todo sobre la tradición del roscón de Reyes, aquí tienes una explicación de cómo surge, la receta original y algunas variaciones que cada vez son más populares. Aunque antes, te invitamos a que eches un vistazo a nuestra sección de muestras gratis. 

¿Dónde y cómo surge la tradición del roscón de Reyes?

Como probablemente ya puedas imaginar, el roscón de Reyes no tiene su origen en el lejano Oriente junto a Melchor, Gaspar y Baltasar, sino que se sitúa en un punto mucho más cercano a nosotros. De hecho, su historia va mucho más allá del cristianismo o de los Reyes Magos. 

Su origen tiene lugar junto a la tradición romana clásica de Las Saturnales, también conocida como la Fiesta de los Esclavos, celebrada en diciembre, junto al final del periodo del trabajo en el campo y el inicio de una nueva etapa de luz. En un principio, lo que eran unas tortas redondas que se decoraban con dátiles, higos y miel, pasarían a ser los bollos que hoy en día conocemos. 

La tradición dice que era repartido entre los trabajadores como premio por el buen hacer, y que en el interior se escondía un haba seca. Y es que, aquel que la encontrara, era nombrado rey de reyes y quedaba libre por el tiempo que comprendía Las Saturnales. ¿A que no habrías imaginado nunca que el haba en el roscón de Reyes tendría un origen semejante?

Posteriormente la Iglesia se apropiaría de las celebraciones y fiestas, quedando esta relegada a Francia, donde esta vez tendría un enfoque más infantil, puesto que aquellos niños que encontraran el haba serían recompensados con diversos regalos. Posteriormente Luis XV lanzaría la tradición de esconder una moneda en el interior, y sería su tío, Felipe V, quien finalmente la introduciría en España asociándola a los días de Navidad. 

Como puedes comprobar, algo completamente alejado en su origen respecto a la carta a los Reyes Magos y demás tradiciones que nacen de la religión Cristiana. 

Cómo hacer el roscón de Reyes

Hay muchas personas que no saben cómo hacer el roscón de Reyes, y piensan, con desconocimiento, que debe ser realizado con máquinas complejas. Pero nada más lejos de la realidad: la receta del roscón de Reyes es bastante asumible y casi cualquier persona puede hacerla en su casa. Apunta, porque aquí tienes los pasos. 

El primer paso para hacer el mejor roscón de Reyes es mezclar 250 ml de leche templada con 2 ó 3 cucharadas de harina de fuerza. A la mezcla resultante hay que añadirle unos 30 gramos de levadura fresca desmenuzada, para posteriormente remover todo y dejar fermentar durante unos veinte minutos en un lugar cálido. 

Después, echamos unos 600 gramos de harina de fuerza en un bol, para añadir posteriormente 120 gramos de azúcar, ralladura de limón y de naranja, una pizca de sal, un vaso mediano de leche, 2 huevos, la masa que teníamos fermentando, 2 cucharadas de agua de azahar y mantequilla derretida. Debemos remover todo hasta que logremos alcanzar una masa completamente homogénea. La dejamos reposar un par de horas, teniendo en cuenta que crecerá aproximadamente hasta doblar su tamaño. 

Dejamos esta masa en una superficie lisa con harina y, con las manos, le damos forma. Dejamos reposar de nuevo durante una hora, bien cubierto y caliente. Una opción es hacerlo en el horno, habiendo dejado la temperatura mínima previamente durante unos minutos.

Después pintaremos el roscón con huevo. Este es el momento en el que tenemos que tener en cuenta para la decoración del roscón de Reyes. Añadiendo al conjunto fruta escarchada, almendras laminadas, azúcar glass… 

Posteriormente, con el roscón ya decorado, lo metemos en el horno, precalentado previamente a unos 180º, durante unos veinte minutos. Después, se deja enfriar, y atendemos a los rellenos para el roscón de Reyes, porque es el momento de rellenarlo de nata, trufa, chocolate o lo que queramos. Puedes echar un vistazo a nuestras muestras gratuitas de Nestlé para inspirarte y hacer una creación única. Además, es que un Roscón siempre va de la mano del chocolate y si es de Nestlé Jungly aún mejor.

Existen, además, algunas variaciones muy reconocidas y que cada vez tienen más peso entre el roscón de Reyes tradicional. Aquí tienes algunos ejemplos. 

Roscón de Reyes sin gluten

Obviamente, como su nombre indica, el roscón de Reyes sin gluten se basa en la ausencia de esta sustancia. Para ello, es necesario hacer uso de una harina específica sin gluten. 

Roscón de Reyes de crema

En el caso del roscón de Reyes de crema, la receta consiste precisamente en rellenar el roscón de crema pastelera. Delicioso para aquellos que quieran ir un paso más allá de los tradicionales de trufa o nata. 

Roscón de Reyes de chocolate

Quizás este roscón de Reyes es el preferido de los más golosos. Para ello, debemos añadir cacao a la masa del roscón, para añadir después de que se enfríe tras haber pasado por el horno y con la manga pastelera, el relleno de chocolate. 

Como puedes comprobar, el origen del roscón de Reyes nada o casi nada tiene que ver con lo que uno puede llegar a imaginarse viendo la tradición actual. Eso sí, comerlo en Navidad, y sobre todo en la víspera y en el mismo día de Reyes Magos es casi una obligación de la que parece difícil escapar, y para ello tienes múltiples recetas para elegir la que mejor se adapte a tus gustos. Incluso, si buscas una receta rompedora con la que sorprender a todos tus invitados, puedes echar un vistazo a nuestros productos gratis de alimentación.