Revisar el líquido de frenos de tu coche es una tarea fundamental para garantizar la seguridad en la carretera y el buen funcionamiento del sistema de frenado. Además, aumentará la vida útil del sistema de frenos, lo que se traduce en una inversión a largo plazo.
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Ya te he comentado alguna vez que el ahorro en la economía familiar también tiene que ver con el seguro de coche, el mantimiento de éste; no solo con los recidos de luz gas y agua. Los bienes familiares también hay que cuidarlos. No vale con ahorrar con los reembolsos o las muestras gratis, todo cuenta. Y cada uno de nosotros debemos aportar un poco al ahorro y cuidado de la economía doméstica.
Así que en esta ocasión, te proporcionamos una guía rápida para verificar el nivel del líquido de frenos de tu vehículo y conocer el estado general del sistema de frenado en tan solo 5 minutos.
Los mejores seguros de automóvil se encargarán de los problemas relacionados con el líquido de frenos o las pastillas de freno, aunque es posible que algunos no cubran este tipo de incidencias. En caso de que el seguro de coche no se haga cargo, puedes realizar la reparación o el rellenado del líquido con unos trucos sencillos o si tienes un manitas en casa.
Paso 1: Preparación del vehículo
Te recomiendo revisar el nivel del líquido de frenos con frecuencia. Para ello, debes colocar el vehículo en una superficie plana y nivelada y asegurarte de que el motor está apagado antes de abrir el capó y comenzar la revisión del depósito. También es recomendable tener a mano un paño para limpiar el área alrededor del depósito del líquido de frenos y cualquier derrame que pueda ocurrir durante la inspección.
Si no encuentras la ubicación del depósito, puedes consultar el manual del vehículo. Este documento proporciona información sobre la ubicación exacta de los componentes más importantes de un modelo de coche, así como las especificaciones y recomendaciones del fabricante.
Paso 2: Localiza el depósito del líquido de frenos del vehículo
El segundo paso en la revisión del líquido de frenos es localizar el depósito, el cual se encuentra dentro del capó. En la mayoría de los vehículos, el mecanismo para abrir el capó se encuentra en el interior del coche, generalmente debajo de la guantera del conductor o en la parte inferior del salpicadero. Una vez que lo hayas desbloqueado, busca la palanca y ajústala para mantener el capó abierto.
El depósito del líquido de frenos suele ubicarse cerca del motor, generalmente en la parte trasera cerca del parabrisas. El recipiente del líquido suele tener una etiqueta que indica “freno” o “líquido de frenos” o una tapa transparente.
La ubicación exacta del depósito puede variar según el modelo y el fabricante del vehículo, por lo que es aconsejable consultar el manual del propietario del coche en caso de dudas.
Paso 3: Verifica el nivel del líquido de frenos
Debes que revisar el nivel del líquido de frenos en el depósito y asegurarte de que se encuentra entre las marcas de mínimo y máximo.
Si el nivel está cerca o por debajo del mínimo, es importante rellenarlo con una marca afín al fabricante si así lo indicase en el manual. El depósito siempre tiene que estar lleno para asegurar un correcto funcionamiento del sistema de frenado.
Paso 4: Inspecciona el color del líquido de frenos
La inspección del color del líquido de frenos es otra parte crucial del mantenimiento preventivo del vehículo y puede contribuir a mantener un sistema de frenado seguro y eficiente. Para ello, debes colocar el vehículo en un lugar con buena iluminación, natural a ser posible. En su defecto, puedes utilizar una linterna.
El color del líquido de frenos debe ser translúcido o ligeramente amarillento. Algunos signos de alarma pueden ser un color oscuro similar al café o si contiene partículas visibles. La contaminación del líquido puede deberse a la acumulación de humedad, lo que compromete la eficacia del sistema de frenado.
Si observas un color anormal o signos de contaminación, es recomendable que contactes con tu seguro de coche para descubrir si cubre el cambio. En su defecto, tendrás que vaciar el depósito, limpiarlo con agua y jabón y rellenarlo con el líquido recomendado por el fabricante.
Paso 5: Cierra el depósito del líquido de frenos y limpia la zona
Una vez que hayas verificado el nivel y la calidad del líquido de frenos, es muy importante que te asegures de cerrar correctamente el depósito. Un recipiente mal cerrado podría causar fugas durante la conducción.
Te recomiendo mantener limpia el área alrededor del depósito del líquido de frenos y libre de cualquier residuo. Para ello, puedes usar un paño limpio para eliminar derrames o manchas que puedan haber ocurrido durante la inspección. Esto permite detectar cualquier fuga, ya que será más fácil identificar nuevas manchas en una superficie limpia.
Paso 6: Comprueba las fugas durante la conducción
Es importante realizar verificaciones periódicas del sistema de frenado y el depósito de líquido de frenos para detectar fugas. Después de la conducción, es posible que notes que el nivel del líquido de frenos disminuye de manera significativa. Esto puede indicar una fuga, aunque no se aprecien manchas en el depósito.
La fuga del líquido puede comprometer gravemente la capacidad de frenado de tu vehículo: disminuye la eficacia de los frenos y hace que se sobrecalienten. En este caso, es recomendable buscar asistencia de un profesional.
En conclusión, la revisión regular del líquido de frenos es esencial para mantener la seguridad en la carretera y mejorar la vida útil de los componentes de tu coche. Contratar seguros de coche ofrecerá una tranquilidad adicional a los conductores: estarán cubiertos económicamente ante incidencias como estas y aseguran la reparación por un profesional.