Las garrapatas en perros suelen ser una de las molestias principales que sufren este tipo de animales, especialmente cuando llegan los meses más calurosos del año. Igual que nos ocupamos de que nuestro amigo de cuatro patas tenga por casa todo lo que pueda necesitar: como una cama cómoda donde descansar, algún que otro juguete o un pienso adecuado, del que podemos obtener muestras gratis, sin lugar a dudas, también tendremos que vigilar su estado de salud.
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Las revisiones periódicas al veterinario, además de seguir las recomendaciones de este son fundamentales para que el perro cuente con una vida de la máxima calidad pero ante las garrapatas hay veces que hay poco que hacer. Si preguntamos al mismo veterinario veremos que en el mercado hay diferentes productos pensados para evitar las garrapatas en perros, los más comunes son champús, sprays o collares. Hay que decir que sí, que estos productos tienen una cierta eficacia y que es mejor contar con ellos que sin pero, por desgracia, no nos aseguran una protección al 100%.
Las garrapatas, además de ser molestas para los perros, se alimentan de su sangre y pueden ser portadoras de enfermedades, entre las más comunes la de Lyme o el tifus. Obviamente cuanto antes se detecten y se pongan medidas, mucho mejor para evitar otros posibles problemas.
Garrapatas en perros: síntomas
La picadura de garrapata en un can al igual que la Leishmaniasis en perros, puede ser mucho más perjudicial de lo que, en un primer momento, podemos llegar a imaginar. Tanto es así que hay determinados síntomas que suelen presentar estos animales cuando esto ocurre y que nos deberían poner en alerta. Por regla general, el perro se mostrará más fatigado, como que se cansa mucho más, moviéndose menos.
Además, puede perder el apetito y, por tanto, tener una pérdida de peso. Ya con estas señales, cuanto menos, deberíamos echar un vistazo. Si además presenta fiebre, petequias o sangrado nasal, no podemos tener ninguna duda. Si encontramos nosotros mismos la garrapata y sabemos extraerla, hay que proceder cuanto antes. Si no es así o no nos sentimos al 100% seguros, sin perder más tiempo habría que llevarlo al veterinario.
Pero cómo son las garrapatas de los perros. Normalmente cuando hablamos de garrapatas en perros se nos vendrá una a la mente y de lo que son capaces de hacer. Quizás porque lo hemos visto directamente en nuestro perro o porque lo sabemos de la boca de otras personas pero, lo cierto es que hay distintos tipos de garrapatas en perros. Lo que tienen en común todas ellas es que son artrópodos pertenecientes a la clase arachida.
Y todas son succionadores de sangre. Una de las cosas más peligrosas que tienen las garrapatas en perros es que pueden permanecer activas por mucho tiempo, moverse hasta entre el pelo de tu mascota y adherirse casi, prácticamente, a cualquier parte de su cuerpo. Es por este motivo por el que, en ocasiones, resultan tan complicadas de detectar.
Además, tampoco hay que perder de vista que cambian de forma y tamaño. A medida que succionarán la sangre del perro, su tamaño aumentará y se harán mucho más visible pero al inicio suele ser un poco más complicado el dar con ellas.
Si tu perro no deja de rascarse, al menos, echa un vistazo. Para empezar se puede hacer algo tan sencillo como acariciarlo, especialmente en la zona en la que este se está rascando. Aunque pueden estar en todas partes del cuerpo del animal, las garrapatas suelen esconderse en las orejas, cuello, nuca y dedos de los pies.
Cómo eliminar garrapatas en perros
La enfermedad de la garrapata en perros puede tener diferentes vertientes. Como ya dijimos, se suele manifestar, cómo mínimo, en el comportamiento del animal. Le suele llevar a sentirse más cansada, apático, sin ganas de comer. Sin fuerzas, en definitiva, para hacer casi nada. Este es el principal motivo por el que es tan importante detectarla y proceder con su eliminación lo antes posible. Además, repercute directamente en su higiene.
Aunque hay diferentes productos para eliminar garrapatas en perros, lo cierto es que nada nos salvará de tener que quitarla, propiamente dicho, de tener que extirparla del cuerpo del animal y aquí hay que hacer un gran paréntesis. No es tan sencillo como pudiera parecer y es importante tratar de seguir una técnica o dejar que un veterinario se ocupe.
¿Por qué? Porque de no hacerlo bien lo que conseguiremos será dividir la garrapata. Y, si esto ocurre, lo más común es que nos quedemos con el cuerpo de la misma en la mano pero que la cabeza de la garrapata aún esté enganchada al perro. Si esto ocurre lo que puede pasar es que tenga una reacción alérgica, inflamatoria y dolorosa en esa zona.
Hay quienes, por tener una mejor visual de la zona o porque no consiguen encontrar a este parásito, deciden que el perro pase por la peluquería. Ojo a esto también, será importante saber cómo cortar el pelo y, en el caso de tener sospechas de que el animal pueda tener una garrapata, mirar antes para que no nos ocurra lo antes expuesto, que cortemos pero que la cabeza siga infectando al animal.
Para quitar las garrapatas en perros lo mejor que se puede hacer, una vez detectada, es tirar hacia arriba aplicando una presión firme y regular. Es importante que no se trate de girar o sacudir la garrapata, solo hay que tirar hacia arriba. Si con los dedos no nos vemos capaces de hacerlo, siempre será buena idea el recurrir a unas pinzas. En el caso de que la cabeza o parte de la boca de la garrapata quede dentro de la piel, habrá que proceder también con las pinzas para quitarlas.
Igualmente, el mantener un ambiente higiénico en casa y evitar que se acumulen sus pelos puede ser muy útil para preservar su salud. Los rodillos quita pelos, de los que podemos solicitar muestras gratis a domicilio, suelen ser un gran aliado en este sentido.
No es cuestión de alarmar a nadie pero si se tiene un perro, al menos, hay que pensar en tomar una serie de medidas preventivas. Las garrapatas en perros, nos guste o no, son de lo más comunes y no podemos evitarlas al 100% por mucho que quisiéramos. Es normal que las encontremos en el campo, por ejemplo, cuando sacamos a nuestro perro para dar una vuelta o para que haga sus necesidades.
Sin ser conscientes de este hecho, cuando volveremos al hogar, nos habremos traído a uno más. En un primer momento, no nos daremos cuenta de nada. Ni nosotros ni el mismo animal porque aunque la garrapata actúa mediante una picadura, ya que es así como succionará la sangre, lo hace después de aplicar una especie de anestesia en la zona. Así, en animal no siente nada de nada hasta que es tarde.
Aunque los productos que nos encontramos en el mercado para las garrapatas en perros no nos evitan este problema en todos los casos, ayudan. Podemos, al menos, probar con un collar y con unos sprays de lo más fáciles de aplicar. Si quieres probar hasta que des con el que mejor se adapte a tu mascota puedes solicitar muestras gratis para perros en nuestra web Mejores Muestras Gratis.
Además de esto, no estaría de más contar con un buen seguro para perros y sin obsesionarse, de vez en cuando no es una mala idea hacer una especie de revisión a nuestro perro. Echar un vistazo por su piel, acariciarlo tratando de detectar si hay algún bulto porque, en el caso, cuanto antes se elimine la garrapata, mejor que mejor.
Por último, en el caso de que se haya detectado al menos una garrapata en tu perro, procede a eliminarla y acto seguido a desinfectar todos los lugares que frecuenta, como su caseta, su cama y hasta el suelo de la casa porque es habitual que las garrapatas dejen sus huevos con lo que el problema se podría volver a repetir y, en este caso, estaría dentro del hogar.