¿Has pensado alguna vez que tienes que limpiar la lavadora? Desde que este invento, tal y como lo conocemos hoy en día, vio la luz han pasado más de 120 años. En su momento, fue toda una revolución pero ahora es de uso totalmente común. Ocurre que, en muchas ocasiones, los electrodomésticos que tienen por finalidad limpiar, como pasa con la lavadora o el mismo lavavajillas, no se limpian.
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Es más, se tiende a pensar casi que se limpian solos. Es cierto que la tecnología, en este sentido, ha avanzado mucho y que algunos electrodomésticos sí que se limpian un poco por sí mismos pero, en general, no será así. Para tratar de alargar su vida útil es importante que optemos siempre por productos de alta calidad, como ocurre con Ariel o con Wipp, de los que se pueden conseguir muestras gratis.
Por otra parte, los mismos expertos son los que recomiendan limpiar la lavadora, al menos, una vez cada tres meses. Si lo pensamos, cuatro veces al año no es tanto. Utilizar Don limpio diluido en agua es una buena opción para limpiar el interior de la lavadora y mantenerla en buen estado, especialmente si se usa con frecuencia o si lavas ropa muy sucia o con manchas. Mantenerla limpia nos evitará que se acumulen residuos, que pueda llegar a desprender malos olores y, por qué no, no tener que llamar a ningún técnico, lo que supone un ahorro de dinero. Salvo en el caso de una avería seria, muchas veces basta con cuidar aquello que se tiene para evitar otro tipo de problemas.
Consejos para limpiar la lavadora
A la hora de limpiar la lavadora, vamos a empezar por lo más sencillo. Simplemente, con un paño húmedo deberemos limpiar toda la parte externa y después, secarlo. Como precaución extra, después de cada uno de los lavados, es muy recomendable secar la goma. Evitaremos corrosiones, moho, zonas ennegrecidas y deterioros a largo del tiempo, y es un simple gesto que nos llevará menos de un minuto. Hasta aquí, todo claro y, seguramente, la mayor parte de las personas ya lo harán. Veamos ahora los consejos un poco más detallados, paso a paso.
El depósito del detergente y del suavizante
Como ya mencionamos, partamos de la base de que siempre es mejor usar muestras gratis de limpieza y productos de calidad. Si queremos ponerlos a prueba, simplemente podemos optar por pedir muestras gratis a domicilio para saber cuál de ellos nos convence más o atrae más por su perfume. Pero esto, siempre debe ser la base. Además de que cuidará nuestra ropa, hará lo propio con la lavadora.
Ahora sí, toca sacar el depósito y lo ideal es hacerlo cada 4 o 5 lavados. Con esto, se evita que se acumulen restos de detergente. Lo primero de todo será ponerse unos guantes para proteger las manos. Después, extraemos el cajetín y lo lavamos, simplemente, con agua tibia y jabón. Aquí un elemento que nos puede ayudar mucho es un simple cepillo de dientes porque siempre hay recovecos a los que es difícil acceder con los dedos. Por último, lo secamos todo bien y, con cuidado, se introduce en su lugar correspondiente.
Secar la goma
Ya lo hemos mencionado, siempre hay que estar pendiente de este pequeño elemento. En algunas lavadoras se acumula más y en otras menos, pero después de un lavado es muy normal que algo de agua quede, en cualquier caso. Lo ideal es tomar siempre la precaución de secarla, pero si ya estamos en el punto en el que se aprecia alguna zona negra o que, incluso, podemos ver algo de moho, también tenemos que actuar. Aquí no bastará con pasar un paño, deberemos echar mano también de la lejía.
El filtro
Otro elemento fundamental de la lavadora es el filtro. De hecho, es el que evita que pequeños objetos sólidos, como pueden ser desde pelusas a monedas pasando por botones, atasquen la lavadora cuando esta proceda a evacuar el agua. Por supuesto, siempre es mejor antes de encenderla revisar que todas las prendas estén libres de este tipo de elementos, por ejemplo, echando un vistazo a los bolsillos, pero en cualquier caso hay que mantenerlo.
Lo mismo ocurre con el depósito, lo más aconsejable es limpiarlo cada tres meses. Para ello, lo primero que hay que hacer es desenchufar la lavadora, teniendo en cuenta que la misma no debe haber sido usada el día de la limpieza. En la parte inferior delantera se encuentra una cubierta. Debajo de ella, y antes de abrirla, habrá que poner un cubo.
Después, podemos abrir dicha cubierta, que tiene forma circular, y sacar la manguera de drenaje, situándola encima del cubo para que todo el agua residual pueda caer sobre el mismo. Una vez que ya no salga más agua de ahí, se podrá girar el filtro y extraer. Después, solo será cuestión de eliminar todos los residuos que en él se encuentren y volver a colocarlo todo en su sitio.
Un gran aliado para limpiar la lavadora: el vinagre
Estamos muy acostumbrados a usar este líquido ácido para todo tipo de aderezos pero, ¿sabías que es un potente desinfectante y antibacteriano natural? El vinagre nos ayuda tanto a eliminar el moho como a hacer desaparecer los restos de detergente que hayan podido acumularse en los compartimentos de la lavadora.
Para usarlo será tan sencillo como verter un poco de este líquido sobre un paño y pasar este último por todas las superficies que lo puedan requerir. Por supuesto, siempre que haya dudas o que la lavadora dé algún otro tipo de problema, lo más recomendable será contactar con el servicio técnico.
Productos de la marca Wipp para limpiar la lavadora
A todos nos continúa resonando en la cabeza alguno de los eslóganes de Wipp. Esta gran marca de detergentes llegó para quedarse y ha sabido hacerse un hueco en muchos de los hogares, tanto para lavar ropa de color, como blanca o negra. Una de las ventajas que ofrecen es que tienen una importante gama de productos entre la que poder elegir.
Hablamos del detergente en cápsulas. Quizás es una de las presentaciones más innovadoras y que han tenido más éxito porque es práctico y cómodo de usar. Aquí no hay margen para el error porque la dosis ya viene estandarizada. Perfecto, pues, hasta para quienes se acaban de independizar.
Por su parte, el formato líquido también tiene muy buena acogida y en Wipp la opción de Gel Frescor Lavanda no deja indiferente a nadie.
Por último, un clásico, el detergente en polvo. Aquí tanto Wipp Express Polvo Azul como Wipp Express Polvo Frescor Vernel ofrecen la última tecnología para conseguir una limpieza profunda, incluso cuando se usa el agua fría.
En cualquier caso, y como a todos nos gusta recibir cositas gratis, lo mejor es pedir algunas muestras para ver cuál de ellos es nuestro preferido, pero optar por una marca de prestigio nos asegura limpieza en la ropa y conservación de nuestra lavadora.
Con todo lo visto hasta el momento podemos concluir dos cosas bien claras. Por un lado, que las lavadoras, pese a dejar nuestras prendas perfectas, no se limpian solas. Y, la segunda, que debemos limpiar la lavadora de manera periódica para evitar problemas mayores.
Pequeños gestos, eso sí, como comprobar que no hayamos metido nada equivocado en la lavadora, nos evitarán problemas futuros y el tener que pagar a una persona especializada en su reparación.