Dar un hogar a un animal puede ser una de las mejores cosas que se hagan en la vida y, a buen seguro, cambiará esta y no poco. Eso sí, algo que hay que tener muy en cuenta cuando un cachorro llega a nuestro hogar es que tendrá una cuantas necesidades que tendrán que ser cubiertas. Las más básicas las podemos encontrar incluso con muestras gratis. Hablamos, por ejemplo, de pienso, de juguetes, comederos, bebederos, snacks o una cama apropiada donde pueda descansar.
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Pero más allá de esto hay que pensar en dos cosas. La primera que habrá que encontrar un buen veterinario y seguir sus recomendaciones. Le harán las primeras revisiones, un seguimiento, le pondrán sus vacunas… Y la segunda es que hay que educarlo. En este caso hablamos de cachorros por lo que puede ser algo más sencillo que el tratar de cambiar los hábitos de un adulto, pero no siempre es fácil porque puede haber tenido experiencias traumáticas. Y, por supuesto, tampoco hay que olvidar que es un cachorro, que está descubriendo el mundo, que quiere jugar, que no sabe que no puede morder el sofá pero sí su juguete… Todo será un proceso de aprendizaje por ambas partes y hay que tener algo de paciencia.
Una buena idea es desde bien pequeño adisestrarlo en positivo con premios y recompensas. Estos pueden ser snacks,y para ahorrarte algo de dinero, o no comprar en valde hasta que des con su premio preferido, tienes la posibildad de pedir muestras gratis para perros en nuestra web.
Cómo enseñar a un cachorro
Como ninguno nace enseñado, ni siquiera los humanos, vamos a intentar dar algunos consejos que pueden resultar de lo más útiles a la hora de enseñar y educar a los perros.
Sé constante
Tenemos que quitarnos de la cabeza la idea de que hay perros buenos y perros malos. Digamos que pueden contar con diferentes tipos de carácter pero, como ocurre con los niños, la base de todo estará en la educación.
Es nuestra responsabilidad el reforzar todas sus conductas positivas al inicio para que queden remarcadas en su cerebro y el animal consiga recordarlas como algo que sí que debe hacer. Una buena idea es recurrir a unos snacks a modo de premio cuando esto ocurre, como por ejemplo, podrían ser los snacks de True Instinct de los que podemos solicitar muestras gratis a domicilio. Además hay que ser cercano a nuestro perro, darle alguna que otra caricia, hablarle con cariño porque el tono lo va a percibir y mantener esta línea.
Eso sí, cuando hace algo que no debería también tenemos que ser firmes y no simplemente justificarlo porque es pequeño. Con un tono fuerte y directo habrá que decirle “no” Por supuesto, nuestro perro no hablará nuestro idioma pero sabrá que esa palabra quiere decir que lo que hace no está bien en cuanto que la usemos unas cuantas veces. Por supuesto, en estos casos, nada de premios. Algunas personas fallan mucho con esto porque les da pena el cachorro que parece triste o se va de la habitación… Es normal, pero es parte del aprendizaje. Simplemente hay que darle y darnos tiempo, solo así se acostumbrará y entenderá que hay cosas que no debe hacer.
Redirige su comportamiento
Si el cachorro muerde o hace un hoyo donde no debe es porque siente la necesidad de hacer eso. Es, digamos, parte de su conducta. Después de ser claros con él y decirle que eso no debe hacerlo hay que intentar enseñarle donde sí que puede.
Por ejemplo, cuando lo saquemos a pasear, nosotros mismos podemos hacer un hoyo. Ellos suelen seguir un ejemplo y es perfecto si ven que otros perros hacen lo mismo. Así, acabarán por asociar que en el jardín de casa no se puede pero cuando se sale a pasear sí. Eso sí, tengamos paciencia porque no dejan de ser cachorros.
Cómo enseñar a un cachorro a no morder
Los cachorros descubren el mundo con la boca y con la nariz así que es muy normal que intenten morderlo casi todo y aquí los muebles de la casa no serán menos. Ya desde la primera vez que lo haga, porque seguramente lo hará, hay que estar atentos y redirigirlo. El enfadarse con ellos en estos casos tiene menos sentido porque no llegará a asociar co tanta facilidad.
Algo que resulta muy útil es contar en casa con bastantes juguetes apropiados y resistentes que sí que pueda morder y dárselos para que acabe por entender que los juguetes son para él, que es ahí donde debe morder.
Al inicio es común que intente hasta mordernos a nosotros mismos, jugando pero esto hay que pararlo en el primer instante porque, a la larga, puede ser peligroso aunque nos parezca algo simpático cuando son cachorros. Lo mejor es educarles bien y ser constantes desde el primer momento y premiar siempre para tener refuerzos positivos cuando hagan lo que deben.
Cómo enseñar a un cachorro a hacer sus necesidades
Hay que partir de la base de que el cachorro no se puede aguantar sus necesidades. Aquí no se trata de que te obedezca más o menos, es que no tiene esa capacidad, ni se le pasa por la cabeza. Antes de que podamos sacarlo a pasear nos tendremos que hacer con un empapador y dejarlo siempre en el mismo lugar de la casa. Así, sabrá que es ahí donde tiene que ir. Lo más habitual es que el cachorro sienta más la necesidad de hacer sus necesidades después de comer, dormir y jugar, así que habrá que acercarlo a esa zona y premiarlo cuando hace lo que debe siempre.
En el momento en el que ya se le pueda sacar a pasear, habrá que preparase para estar bastante tiempo en la calle. Esta es la mejor manera para que el cachorro asocie dónde sí debe hacer sus necesidades. Si cada vez que lo haga fuera se le premia, con poco tiempo asimilará esto. Después, lo que sí que hará cuando lo necesite será pedirte salir. Aquí la paciencia será fundamental.
Gestos simples como acariciarles cuando hacen las cosas bien o prestarles algo más de atención, aunque sea con sus cuidados personales pueden marcar la diferencia. Una buena idea es la de elegir el mejor cepillo para perros posible y cepillarlo. Si lo hacemos desde pequeños no solo se acostumbrarán sino que les gustará y lo apreciarán como un gesto positivo de nuestra parte.
Ya lo hemos visto, un cachorro no es tan distinto de un bebé. Tiene sus necesidades y está descubriendo el mundo que se le presenta a su alrededor. Somos nosotros los únicos que podemos redirigir su comportamiento y para esto las bases fundamentales son siempre las mismas: paciencia y ser constantes.
Los perros entienden muy bien los mecanismos de refuerzo positivo. Po esta razón, habrá que valerse de ellos para conseguir que haga lo que nosotros queramos y no ser muy severos cuando rompe o muerde algo porque lo hará por instinto. Habrá que ser firmes pero sin crearle un trauma. A mínimo que se le dedique tiempo y con cariño se empezarán a ver los primeros resultados.
Los perros no tienen intención de hacerse pis en casa o de destrozar un mueble, simplemente no saben que eso no se tiene que hacer. Si hacemos bien esta parte de su crecimiento el cachorro no solo aprenderá y será educado sino que se creará un vínculo entre ambas partes de lo más positivo y duradero.